Doncella enferma que destella gratitud por cada poro

- Es un vacío en el pecho, ¿sabes? Esa sensación de que algo que necesitabas para mantenerte en pie ya no está, y por ello estás a punto de perder lo poco que quedaba de tu equilibrio. Yo convivo ya con ella. Su presencia forma parte de mí, soy trapecista y salto sin red. Cuando yo voy, esa sensacion ya vuelve, me sigue, me espera y me apuñala por la espalda. Además desconfía de mi y, mientras me desangro me pregunta qué tal el día, qué tal en el trabajo. Acuchilla mi corazón y le roba el aire a mis pulmones, para que mis lágrimas sean más creíbles, menos mentirosas. Me patea el estómago y me hace nudos en la garganta, para que mis palabras queden atrapadas, no pueden salir. Es ella quien me seca los sollozos, quien escucha mis silencios, quien me empuja a la locura, así, como quien no quiere la cosa. ¿Me entiendes?
...
...
...
-Si…
-No. Que va…

No digo diferente, digo raro

Hoy ha sido un día raro.
Un día raro como tantos otros.
Vivo en esta rareza normal permanente desde hace algún tiempo.

Hay una luz extraña, es como verlo todo a través de un caleidoscopio.
Hay algo en el aire que no es normal, entra en mis pulmones y baja al fondo por su propio peso. Me tira hacia abajo y no me deja levantarme.

Y me siento.
Y espero.

La vuelta a la normalidad será de lo más rara.

Salir, huir, buscar, lugar, espacio, tiempo.

Me niego a esperarte sentada, a cerrar la puerta sin portazo.
Me niego a comer despacio, cortar con cuchillo y no sober con la cuchara.

Solo necesito negarme. Gritar no, susurrar nunca y respirar jamás.
No quiero saltar alto, vivir deprisa o morir despacio.
Me niego, a quererte con miedo, a odiarte sin celos.
Me niego, pues de nada sirve escribir números o sumar palabras; llorar sonrisas. ¿Quién ha tocado un ruido? ¿Quién ha olido un recuerdo?

Me niego a hacer cuentas, frías, exactas y precisas. ¿Para que? Si puedo limitarme a juntar silabas, crear nuevas palabras, frases e historias, mías, tuyas, sugerentes y atrevidas… Pues dos mas dos siempre serán cuatro. Decidas sumar un día en que tus fuerzas flaqueen y todas tus esperanzas se vuelvan falsas y efímeras, u otro, cuando sientes tu sonrisa hasta en tu almohada, tu ojos bailan y tu pelo luce.

Solo el rap me salva.
Son palabras.

Let's go! (hey ho)

Todo empieza.
Igual que todo acaba.
¿Pero qué es más fácil, comenzar o terminar?

¿Es más fácil el primer beso o el último?

¿Es peor nacer o morir?

Empezar con un érase una vez...
¿Cómo se acaba?